jueves, 19 de junio de 2008

Crónica de un colapso anunciado

Mi intento de actualizar una vez a la semana está resultando imposible con los exámenes.
Si hace dos semanas decía que tenia la cabeza llena de ruido como si alguien hubiera montado una fiesta sin avisar, esta es todo lo contrario. Ahora la fiesta ya ha terminado y me encuentro yo sola en mi cabeza observando los rastros de destrucción que los fiesteros han dejado y rezando para que pueda recogerlo todo antes de que se presente alguien y tenga que inventar excusas.
Lo cual estaría bien si ya hubiera terminado pero no termino hasta dentro de una semana y no me encuentro con animo o fuerzas para continuar.

Lo gracioso de ver el final de una etapa es que los últimos días se hacen mucho más cuesta arriba que todo lo ya pasado y para variar me distraigo con lo está por venir. Es uno de mis muchos defectos siempre me han resultado más tentadoras las posibilidades que la realidad y eso puede salirme caro si me despisto en estos últimos días.
El problema es que no sé como evitarlo. Casi puedo tocar el Erasmus con los dedos y el tener noticia de que tengo residencia me hizo ponerme a sonreír como una tonta durante todo un par de días. Lástima que también me dijeran que me quede sin la beca de Caja Madrid, eso ya hubiera sido el remate.

Es una etapa nueva, una aventura y no hay nada más tentador que eso. Ya queda poco, lo que no sé es si seré lo suficientemente fuerte para no cagarla en la semana que queda de exámenes.
Esperemos.

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