domingo, 19 de abril de 2009

Contando algo, no sé sabe qué

Sigo sin tener muchas ganas de escribir sobre mí. Quizás porque sigo en mi estado de altos y bajos. No sé, es cierto que el Erasmus es una gran experiencia pero tengo que admitir que la mía no está siendo tan buena como la del resto. Tengo la sensación de que voy a volver con mi autoestima tocada sobretodo en el tema de mis habilidades sociales. O falta de ellas mejor dicho.
Siempre he sabido que no soy una persona abierta y carismática de esas que hacen amigos en un segundo. Yo hago conocidos. Y los amigos necesitan tiempo.
Quizás me he cerrado yo en banda o no estoy dónde debería o quién sabe. La verdad es que a estas alturas me da un tanto lo mismo.

Quizás por eso no cuento mucho porque, sobretodo si se lo digo a mi familia, me harán volverme. Y no lo estoy pasando mal. Simplemente es un tanto solitario. Y me parece que últimamente cuando hablo con la gente de España lo convierto en una competición de a ver quién lo tiene más chungo, lo cual es patético.

Cambiando de tema Amsterdam al fin vuelve a despertar. Ahora que al fin ha llegado el sol se empieza a notar que la gente tiene más tiempo para pararse y por fin el tiempo es decente para pasear y explorar. Adoro está ciudad y todos los kamikazes que viven en ella en serio. No es espectacular pero tiene un gran encanto. Lo único es que los inviernos son mortales. Todos nos hemos deprimido al menos un par de veces durante estos largos meses.
Pero ahora hace sol más a menudo y los tulipanes ya han empezado a salir llenando todo de colores. La verdad es que está todo precioso, pero a veces echas un poco de menos más variedad de flores. Son un tanto monotématicos.
El viento sigue soplando frío y trayendo noticias de algún lado para los que saben oírlas. Y tenemos mosquitos tamaño portaaviones que no pican y otros minúsculos que parecen vampiros. Y aún es abril. Me esperan unos meses interesantes.
Hablando de cosas interesantes y/o curiosas. He descubierto que soy una snob cuándo de fruta se refiere. Aquí, quitando las manzanas, casi toda la fruta me sabe a plástico. El otro día compre unas fresas holandesas que parecían muy bonitas pero no tenían sabor. Así que vuelvo a hacer patría y comprar fruta española. Con denominación de WWF. Toma ya. Parece ser que proviene de cultivos que no sobreexplotan los acuíferos de Doñana y por tanto protegen a los flamencos y otros bichos que viven en el parque.

O eso es lo que he deducido con lo poco que sé de holandés. Foto para demostrarlo:

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